PÁGINAS AMIGAS

lunes, 18 de abril de 2016

LA ENFERMEDAD.


Estas enfermo o crees que lo estas?
Eres consciente de la verdadera identidad de la enfermedad?. Todos alguna vez hemos estado enfermo. Otros se han sentido enfermos toda la vida y siguen sintiéndose así. Pero sabemos realmente cual es el origen de la enfermedad?. Si escuchamos a la ciencia nos dirá: “ que es una alteración leve o grave del funcionamiento normal de un organismo, o de alguna parte de este organismo, debido a una causa interna o externa”. Es decir, que una enfermedad no se origina como algo externo, sino como algo que puede alterar el funcionamiento interior de nuestro cuerpo/ mente, algo que altera el equilibrio natural de cualquier aspecto interior, puede ser mental o fisiológico.
Si buscáramos el origen de estas alteraciones nos podemos encontrar con patologías de origen biológico, medioambientales y sociales.
Pero por qué nos afectan estas enfermedades?, porque nos encontramos indefensos ante los cambios que se producen tanto a nivel externo, como interno. Es decir nuestro sistema inmunológico no está preparado para adaptarse a los cambios genéticos, medioambientales y sociales que se producen a lo largo de la vida.l


El ser humano no está preparado para el cambio, es vulnerable a los cambios…, sean del origen que sean. Nuestra mente rechaza cualquier cambio tanto físico ( cambios en las diferentes etapas de la vida: niñez, adolescencia, juventud, madurez y vejez), como mentales a través de las experiencias y desarreglos
El ser humano es reacio a aceptar formas de pensamientos, ideas, conceptos distinto a los suyos. La zona de confort del cerebro no acepta aquello que  es distinto a lo que conoce y a creido, se opone a lo desconocido y lo nuevo.
La enfermedad obliga muchas veces al hombre a cambiar su percepción y punto de enfoque de las cosas. Cuando creamos desequilibrios internos, el cuerpo reacciona muchas veces bajando sus defensas y como consecuencias enfermandose. A veces la enfermedad puede ser originada por factores externos que afectan al sistema inmunológico, debilitando y enfermando. Pero la Auténtica realidad es que para que enfermemos tiene que haber desequilibrios energéticos.


Quien está enfermo?. Todos estamos un poco enfermos..., es decir todos tenemos algún tipo de desequilibrio energético, físico o mental. La enfermedad la podemos catalogar como un desequilibrio de algún tipo, en mayor o menor grado, en algún nivel. Todos en algún momento hemos pasado por algún cuadro de desequilibrio,. Pero podemos remediarlo…., sobre todo a nivel energético, podemos regresar al equilibrio con la intención, la atención, la observación y la voluntad de aprender a centrarnos. Cuando enfermamos es porque de alguna manera hemos bajado el nivel de vibración energética y emocional, pero debemos ser conscientes de nuestras fallas, sin creernos que somos ellas…, podemos regresar al equilibrio, es cuestión de práctica, conocimiento de uno mismo y sabernos artífices de aquello que nos ocurre en cualquier momento, en cualquier lugar.


Para erradicar la enfermedad, por muy extraño que nos parezca, debemos erradicarla de nuestros pensamientos, creencias, conceptos e ideas. La enfermedad está tan grabada en nuestro ADN que creemos que somos ella. La ley de atracción dice que somos aquello que creemos, por tanto creemos que es parte de nuestra vida y mundo. La enfermedad ha formado parte de este mundo durante milenios. No se trata de negar, sino de no darle poder prestando más atención…., creyendo que ella tiene el poder sobre nosotros..., pensando en cuál será el desenlace.
En estos tiempos la enfermedad forma parte de muchas familias en alguna forma, perdemos el control, el equilibrio frente a ella, nos debilitamos, nos dejamos arrastrar por el sufrimiento y el dolor, en lugar de abandonar el sentimiento de angustia, de ansiedad, agravando por tanto la situación y oponiéndose a ella. Esa no es la vía, no es la clave, no se trata de negar, de oponerse o de intentar imaginar el peor de los desenlaces, sino de no identificarnos con ella... Hay que adiestrar la mente para que no nos lleve a ese lugar sin salida... donde sólo vemos el fin, imaginando que va a suceder y cómo va a suceder. La mejor respuesta es siempre una actitud positiva, una voluntad fuerte y un corazón lleno de confianza en que suceda lo que suceda siempre está la opción de llevarla sin miedo, angustia ni apego a nada ni a nadie.



La enfermedad la asociamos con la muerte, por ello esa angustia y miedo, nos identificamos con ella, creemos y aceptamos la enfermedad como parte de la vida y la decadencia. El instinto de supervivencia nos hizo creer que la muerte era el fin, y si enfermamos la muerte se supone está más cerca. Pero la realidad es que si no la temieramos y conseguiriamos verla como parte de un proceso de cambio, sin miedo, angustia o ansiedad daríamos un gran salto hacia un nuevo patrón de comportamiento y evolución de la humanidad.


El ser humano es grande..., podemos aprender a dirigir nuestra energía y poder, para ello debemos de salir de la zona de confort, de lo conocido..., debemos no temer a la enfermedad, ni a la muerte, son sólo procesos de cambio del ser humano.
Estamos en un nuevo tiempo, en una nueva era…, la forma de conducirnos, de crecer y evolucionar es diferente a lo que hemos conocido hasta ahora. Es la hora de salir de lo conocido y adentrarnos en lo desconocido, sin miedo, angustia, ni dolor. Ahora el hombre tiene bastantes más herramientas para crecer y evolucionar, para ello es necesario salir de lo cotidiano y lo conocido, hay que trascender el dolor, el sufrimiento, la enfermedad y hasta la decadencia de creerte un cuerpo mortal vulnerable y frágil.
Seamos felices y agradecidos viviendo el día a día y dejemos de imaginar cómo será el mañana y el futuro nuestro, de nuestros seres queridos, la humanidad y el planeta. No hay más realidad que el Ahora...

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